Itinerario completo de Sri Lanka en tuk tuk: 23 días de viaje por libre
La mayoría de itinerarios que encontrarás para recorrer Sri Lanka suelen ser más cortos. En nuestro caso, decidimos dedicarle 23 días completos porque, desde que viajamos en familia, hemos aprendido a bajar el ritmo, dejarnos llevar y no ir con prisas. Nos gusta tener tiempo para disfrutar de cada lugar, empaparnos de su esencia y vivir con calma las diferentes actividades que contratamos. Así nació este itinerario, pensado no solo para ver los imprescindibles de Sri Lanka, sino también para saborear cada etapa del viaje.
Aquí te compartimos cómo fue nuestro itinerario de 23 días por Sri Lanka en tuk tuk, con todos los lugares que visitamos, experiencias que vivimos y algunos consejos prácticos que te pueden ayudar a planear tu propia ruta. 🚐🌴
Itinerario de 23 días: nuestra ruta en tuk tuk
Como vais a comprobar, en nuestro itinerario es bastante diferente a otros que se ven. Decidimos alargar bastante los días en Trincomalee, disfrutando de la playa y del mar. Le dimos muchas vueltas a esta decisión, pero la verdad es que no nos arrepentimos en absoluto.
Y es que los primeros días en Sri Lanka fueron bastante intensos… Para empezar, nuestro vuelo de Barcelona a Estambul sufrió un retraso y el equipaje no llegó a tiempo a enlazar con el avión hacia Colombo. Resultado: pasamos unas 36 horas sin maletas, con todas las incomodidades que eso conlleva en un inicio de viaje.
Por si fuera poco, el hotel que teníamos reservado en Negombo nos canceló la reserva mientras estábamos volando. Imagina nuestra cara al llegar al alojamiento y descubrir que estaba en obras y que no teníamos habitación donde dormir… (pero de esto ya os contaré más detalles en el post sobre alojamientos).
Con todo este inicio tan accidentado, podéis imaginar que cuando llegamos a Trincomalee y pudimos relajarnos unos días, nos supo literalmente a gloria. 🌴✨
💡 Consejo Josea: Puedes abrir el mapa en pantalla completa para ver mejor los detalles o guardarlo en tu Google Maps para consultarlo durante tu viaje.
Dónde nos alojamos en Malasia
Durante nuestro viaje de tres semanas por Sri Lanka fuimos variando de alojamiento según el tipo de destino y el momento del viaje. Algunos los reservamos con antelación y otros sobre la marcha, según el ritmo y las ganas de seguir o quedarnos un día más. En esta sección te contamos nuestras experiencias reales en cada lugar, con total sinceridad, para ayudarte a elegir los alojamientos que mejor se adapten a tu forma de viajar.
Negombo – Hotal Riverrina
Nuestro primer alojamiento en Sri Lanka iba a ser el Hotel Riverina, en Negombo. Sin embargo, nuestra llegada fue toda una sorpresa (y no precisamente buena). Mientras volábamos hacia Colombo, el hotel nos envió un mensaje informando de que cancelaban nuestra reserva porque estaban en reformas.
Imaginad nuestra cara al aterrizar, después de un vuelo largo, con retrasos, sin maletas… y descubrir a las seis de la mañana que no teníamos hotel donde descansar. Lo más frustrante es que habíamos estado en contacto con el gerente para poder llegar temprano, desayunar y descansar un rato antes del check-in, y nadie mencionó nada.
Nos derivaron a un alojamiento cercano, pero allí nos recibieron a gritos, explicando que no aceptaban menores de 14 años y que no era la primera vez que el Riverina les enviaba clientes sin avisarles.
En resumen, una experiencia totalmente decepcionante. Las obras de un hotel no son una sorpresa de última hora; se planifican, y cancelar una reserva con apenas 24 horas de antelación —y mientras los huéspedes están volando— no es, precisamente, una buena práctica.
Wilpattu National Park – Nirvaan Safari Lodge
Nuestro siguiente alojamiento fue en el Parque Nacional de Wilpattu, en el Nirvaan Safari Lodge, y la verdad es que la experiencia fue espectacular. Como en otros lugares de Sri Lanka, estaban en obras ampliando el número de alojamientos, pero eso no afectó en absoluto a nuestra estancia. El entorno era tranquilo, rodeado de naturaleza, y después del caótico inicio en Negombo, necesitábamos justo eso: descansar y desconectar.
El trato por parte del personal fue impecable y la comida, sencillamente deliciosa. Todo estaba preparado con mimo y se notaba que ponían el corazón en lo que hacían.
Con ellos hicimos también el safari por el parque, y aunque no tuvimos demasiada suerte con el avistamiento de animales, tanto el guía como el conductor fueron amabilísimos y se esforzaron muchísimo para que la experiencia fuera inolvidable. Para Josea, que vivía su primer safari, fue toda una aventura. Salió encantada y dijo que el próximo viaje tenía que ser… ¡a África!
Trincomalee (Uppuveli) – Lobster Inn
Nuestro siguiente alojamiento fue en Uppuveli, muy cerquita de Trincomalee: el Lobster Inn. ¿Qué podemos decir…? ¡Estuvimos súper a gusto! Está a solo unos pasos de la playa, en una zona muy tranquila pero con todo lo necesario alrededor: restaurantes, locales para tomar algo, supermercados e incluso agencias para hacer snorkel o avistamiento de ballenas.
Las habitaciones son sencillas pero cómodas, no echamos nada en falta, y el jardín es una maravilla, perfecto para relajarse después de un día de playa o excursión.
Por ponerle una pequeña pega: no incluye desayuno, aunque sí dispone de una sala común con nevera y menaje para que te lo organices tú mismo. En cualquier caso, fue un alojamiento que repetiríamos sin dudarlo.
Pasikudah – Inn on the Bay
Nuestro siguiente alojamiento fue en Pasikudah, en la costa este, donde nos quedamos en el Inn on the Bay. Otro alojamiento de 10. Está muy cerca de la playa principal, en una zona tranquila pero perfecta para recorrer tanto Pasikudah Beach como Kalkudah Beach, dos playas unidas por un bonito paseo costero que merece la pena disfrutar con calma.
La habitación era amplia y muy cómoda, con un detalle que nos encantó: un baño al aire libre rodeado de vegetación, que le daba un toque muy especial.
Sigiriya – Sigiriya Sunshine Villa
En Sigiriya nos alojamos en la Sigiriya Sunshine Villa, y fue otro sitio estupendo donde estuvimos súper a gusto. No está en el centro del pueblo, sino en una zona más alejada y tranquila, algo que para nosotros fue todo un acierto.
Como viajábamos con nuestro tuk tuk, la distancia no supuso ningún inconveniente, y al contrario: poder dormir rodeados de naturaleza, con el sonido de los pájaros y sin ruido, fue un auténtico lujo. Además, el alojamiento cuenta con una pequeña piscina que se agradece muchísimo después de un día de excursiones bajo el sol.
La habitación era amplia y cómoda, y el desayuno, delicioso y súper abundante. En definitiva, un lugar sencillo pero con encanto, perfecto para descansar entre visitas a la Roca del León, Dambulla, Polonnaruwa y más.
También optamos por cenar allí mismo, y fue todo un acierto: la comida estaba deliciosa, casera y llena de sabor local. Un lugar ideal para descansar, disfrutar del mar y recargar energías antes de seguir ruta.
Nuwara Eliya – Kings Lodge
Nuestro siguiente alojamiento fue el Kings Lodge, en Nuwara Eliya. Los anfitriones fueron encantadores y nos ayudaron muchísimo: tuvimos que cambiar el retrovisor del tuk tuk y ellos se encargaron de encontrarnos un taller donde pudieran hacerlo rápidamente. Un detalle que demuestra la amabilidad y hospitalidad de la gente en Sri Lanka.
La habitación era básica, pero suficiente para pasar un par de noches. Eso sí, el tiempo no acompañó: hacía frío, llovía de vez en cuando y la humedad se notaba bastante. En esta zona, la mayoría de alojamientos no tienen calefacción, así que conviene llevar algo de abrigo.
Por lo demás, la estancia fue correcta, tranquila y práctica para visitar los alrededores. Seguramente, con un poco más de sol y temperatura, ¡la experiencia habría sido muy diferente!
Ella – Nine Arch Jungle Inn
En Ella nos alojamos en el Nine Arch Jungle Inn, y solo podemos decir una cosa: insuperable. Las vistas, la habitación, el desayuno… todo fue perfecto. El alojamiento está situado junto al famoso Nine Arch Bridge, y desde la terraza se tiene una vista espectacular del viaducto y la selva que lo rodea.
El anfitrión fue encantador, siempre dispuesto a ayudar. Nos echó una mano con el tuk tuk, ya que la subida y bajada hasta el alojamiento no son precisamente para principiantes. Pero merece totalmente la pena: desayunar con esas vistas está entre nuestros mejores recuerdos de Ella.
Diyaluma Falls – Aybish Resort
Con este alojamiento tuvimos nuestras dudas. El Aybish Resort, muy cerca de la cascada de Diyaluma, nos había llamado la atención en Booking por su entorno y su arquitectura, pero los comentarios eran bastante negativos. Aun así, decidimos darle una oportunidad… ¡y menos mal que lo hicimos!
Antes de llegar, el hotel nos escribió para contarnos que habían cambiado de gerencia, y desde el primer momento notamos la diferencia. La habitación y el baño son sencillos, sin lujos, pero el lugar en sí es increíble: inmerso en plena naturaleza, con un edificio muy bonito y perfectamente integrado en el entorno.
Los anfitriones fueron una familia encantadora, de esas que te hacen sentir en casa desde el primer minuto. De hecho, fuimos sus primeros huéspedes y el trato fue excepcional.
Decidimos cenar allí mismo, y fue una de las mejores cenas de todo el viaje: comida casera, abundante y deliciosa, servida con una sonrisa.
Nos fuimos con la sensación de haber descubierto un pequeño tesoro y con el deseo sincero de que muchos más viajeros lleguen hasta ellos.
Hiriketiya – Lovers Green Villa
En Hiriketiya nos alojamos en la Lovers Green Villa, un alojamiento muy bien situado, a menos de cinco minutos andando de la playa. Se trata de una pequeña casa independiente, equipada con todo lo necesario para pasar unos días cómodos y tranquilos junto al mar.
Para nosotros fue incluso más de lo que necesitábamos, ya que no cocinábamos allí, pero estuvimos muy a gusto igualmente. La ubicación es perfecta: se puede ir caminando sin problema a los restaurantes y cafeterías de la zona, e incluso aprovechamos para acercarnos paseando hasta la playa de Dickwella, que está muy cerca y merece mucho la pena.
Mirissa – Mermaid Inn
En Mirissa nos alojamos en el Mermaid Inn, situado en una zona muy tranquila, alejada del bullicio del centro pero lo suficientemente cerca como para llegar andando a los principales puntos de interés. Desde allí fuimos caminando hasta Parrot Rock y la preciosa Coconut Hill, disfrutando del ambiente relajado de la zona.
El alojamiento es muy tranquilo y está muy bien cuidado. Además, podíamos aparcar nuestro tuk tuk justo delante de la habitación, lo cual resultó muy cómodo. La habitación era amplia y confortable, perfecta para descansar después de un día explorando Mirissa.
Por ponerle una pequeña pega, no ofrecían desayunos, y aunque hay muchas cafeterías cerca, reconozco que nos cuesta un poco arrancar el día buscando dónde desayunar. Aun así, fue una estancia muy agradable que volveríamos a repetir.
Unawatuna – Nor Lanka Hotel
En Unawatuna nos alojamos en el Nor Lanka Hotel, el alojamiento más caro y “lujoso” de todo nuestro viaje por Sri Lanka. La habitación era enorme, con un gran baño y todas las comodidades que podíamos necesitar. Estuvimos realmente de lujo después de tantos días de ruta en tuk tuk.
El desayuno fue espectacular, sin duda uno de los mejores de todo el viaje. Además, el hotel está muy bien situado, a un paso de la playa y de la zona más animada de Unawatuna, donde hay muchos restaurantes y tiendas para disfrutar del ambiente costero.
Negombo – Cloud 9 Hotel
Por último, en nuestra última noche antes de volar de regreso a casa, nos alojamos en el Hotel Cloud 9 en Negombo. El hotel está situado en una zona muy tranquila, pero, como en otras ocasiones, a poca distancia de varios restaurantes. La piscina fue todo un acierto y nos vino genial para relajarnos después del largo trayecto conduciendo desde Unawatuna.
Además, el transfer al aeropuerto estaba incluido, algo que se agradece muchísimo cuando tienes un vuelo tan temprano —el nuestro salía antes de las 7 a.m.—. Una estancia breve, pero perfecta para cerrar nuestro viaje por Sri Lanka con buen sabor de boca.
Conclusiones sobre nuestros alojamientos en Sri Lanka
En general, estamos muy contentos con los alojamientos que elegimos durante nuestro viaje por Sri Lanka. Todos fueron cómodos, acogedores y con una excelente relación calidad-precio: una media de unos 37 € por noche para los tres.
En algunas ocasiones dormimos los tres en la misma cama, ya que ciertos hoteles no disponían de camas supletorias, pero en todos los casos nos permitieron alojarnos juntos sin problema.
Si tuviéramos que poner una pequeña pega, sería la falta de desayuno en algunos alojamientos: a Josea le costaba arrancar el día sin haber desayunado, y tener que salir a buscar dónde hacerlo a primera hora no siempre resultaba fácil.
Por lo demás, no cambiaríamos ninguno de los lugares donde nos hospedamos. Cada uno, con su estilo y entorno, aportó algo especial a esta aventura en tuk tuk por Sri Lanka.